Lugares increíbles que visitar en California

13 lugares increíbles que visitar en California

Si son varios los lugares imprescindibles a visitar en California el Parque Nacional de Yosemite es sin duda uno de los primeros. Para muchos es el Parque Nacional más bonito de Estados Unidos y razones no faltan para pensarlo. Sus enormes desfiladeros de granito fueron esculpidos por la fuerza de los glaciares y hoy es famoso por sus altos y numerosos saltos de agua. Tienes valles, bosques, prados, una naturaleza salvaje y un sinfín de senderos para llenar tus pulmones de aire puro. Si quieres dormir en alguno de los alojamientos que ofrece el Parque te recomendamos reservarlo con la mayor antelación posible.

Muy cerca de Yosemite se encuentra el Parque Nacional Sequoia y Kings Canyon. Si piensas que has visto árboles grandes en tu vida, espera a ver estos, porque sin duda te dejarán sin palabras. Aquí te adentrarás en una tierra de gigantes, donde sequoias que alcanzan prácticamente los 2.000 años de edad se elevan unas juntas otras a tu paso. Tendrás que ir a hacer una visita el General Sherman, una sequoia que a pesar de sus 84 metros de altura y 11 de diámetro ni es la más ni la más ancha, pero sí la de mayor volumen. Un paseo por el Giant Forest, que es un verdadero museo de árboles, y nunca jamás volverás a pesar que los árboles que habías visto hasta entonces son grandes. También podrás encontrar más ejemplares de sequoias en Muir Woods National Monument, el Redwood National & State Parks y en el Humboldt Redwoods State Park.

Otra visita obligatoria en California. La ciudad de San Francisco pide que le dediques varios días de tu tiempo. Ni que decir tiene que tu primera parada ha de ser en el Golden Gate, para que si lo pillas nublado tengas tiempo de volver más adelante si luce el sol. También te espera Alcatraz, la cárcel más famosa del mundo, los pintorescos barrios de Castro y Mission, las viejas calles de Chinatown, el animadísimo Fisherman’s Wharf, la torre Coit, el Pier 39 con sus leones marinos y el curioso Musée Mecanique, entre muchas otras cosas. Para llenar el estómago un clam chowder no estaría nada mal.

Los españoles dejaron huella de su presencia en tierras californianas y desde 1769 se llegaron a construir hasta 21 misiones desde San Diego hasta Sonoma. Gran responsable de ello fue el franciscano Junípero Serra, quien construyó 9 de ellas, y muchas aún las puedes visitar hoy día. Por ejemplo llama la atención la de San Francisco de Asís, en San Francisco, la Vieja Misión de Santa Bárbara, en Santa Bárbara, la Misión de San Luis Obispo de Tolosa, en San Luis Obispo, o la Misión de San Carlos Borromeo del Río Carmelo, en Carmel, por citar solo algunas de las que tienes de paso entre Los Ángeles y San Francisco.

Los Ángeles es una ciudad un poco loca y difícil de abarcar, pero con unos cuantos puntos indispensables que no te puedes perder en cuanto te mentalices a verte las caras con su densísimo tráfico. Por supuesto tendrás que ir a Hollywood y a alguno de sus estudios, a darte una vuelta por el paseo de la fama y buscar la estrella de tus actores y actrices favoritos, a meterte por Beverly Hills o Bel Air para alucinar con sus casas y a subir al Observatorio Griffith para contemplar la ciudad de las estrellas a tus pies.

Junto a Los Ángeles tienes otros dos lugares de interés que te vendrán bien si huyen del bullicio de la ciudad. La playa de Santa Mónica ofrece kilómetros de arena para que campes a tus anchas, además del famoso Pier de Santa Mónica donde sus atracciones, con montaña rusa y noria incluidas, iluminan la silueta de la costa cada noche. Si caminas un poco más al sur llegarás a Venice Beach, una playa mucho más desenfadada y alternativa que poco tiene que ver con la de Santa Mónica, pero que hace las delicias de los amantes del movimiento slow.

La ruta que conecta Los Ángeles con San Francisco es la Pacific Coast Highway y toda ella no tiene desperdicio, pero más bonita es aún si nos centramos en el tramo conocido como el Big Sur. La carretera serpentea la costa sorteando acantilados entre bosques y océano asomándose constantemente al Pacífico. A lo largo de esta ruta pasarás por preciosos espacios naturales, como Point Lobos, ideal para observar fauna marina, por pueblos con encanto (y mucho dinero) como Carmel by the Sea, por puentes como el Bixby Creek y por Piedras Blancas, una pequeña playa donde encontrarás una enorme población de elefantes marinos.

Son las regiones vinícolas por excelencia de California, y podríamos decir que de todo Estados Unidos, el “Wine Country” americano. Están a solo una hora en coche desde San Francisco y si eres amante del vino agradecerás darte un paseo por aquí para perderte por las carreteras secundarias de sus cerros. Hay más de 600 bodegas, la variedad cabernet-sauvignon es la protagonista en los viñedos de Napa y las zinfandel y syrah las de Sonoma. Si quieres visitar alguna de sus bodegas te recomendamos que hagas tu reserva con antelación.

El Valle de la Muerte, el Death Valley californiano, es un lugar que impresiona. Un terreno casi apocalíptico y desolador que puede llegar a ser abrasador. Pero una obra de arte de la naturaleza al fin y al cabo. Ostenta el récord de ser el punto más caliente de Estados Unidos, donde se han llegado a alcanzar los 57º C., y el más bajo, a 86 metros bajo el nivel del mar en la localización de Badwater. Una paisaje de cañones labrados por el agua, dunas de arena y una enorme planicie de pur sal.

El Desierto de Mojave es la Mojave National Preserve, una vasta y calurosa extensión de terreno que merece la pena atravesar para contemplar uno de los paisajes más impresionantes de California. Aquí podrás ver la mayor concentración de árboles de Josué del mundo, algunas dunas, conos volcánicos, tortugas del desierto, coyotes y, ojo con esto, peligrosas serpientes de cascabel. Un lugar al que acudir si lo que se busca es escuchar el más absoluto silencio.

Hay quien dice que es la ciudad en la que mejor se vive de California, y no en vano se ha ganado el apodo de “la ciudad más elegante de Estados Unidos”. Aquí puedes darte un paseo por Old Town, donde se preserva el casco histórico de la ciudad de mediados del siglo XIX, visitar el USS Midway, un portaaviones convertido en museo que estuvo en servicio de 1945 a 1992, adentrarte en Balboa Park y conocer alguno de sus museos, o pasear por Gaslamp Quarter, el centro cultural y comercial de la ciudad. Si a esto le sumas playas como Imperial Beach, Coronado Beach o Mission Beach, ya tienes motivos suficientes para acercarte a esta ciudad fronteriza con México.

El Lago Tahoe hace de frontera entre California y Nevada. Un cúmulo de agua azul brillante en plena naturaleza que ofrece un sinfín de actividades distintas, sea cual sea la época del año, con nieve en invierno y una vegetación rebosante en primavera. Un lugar ideal si te llaman las actividades acuáticas, porque darte un paseo en canoa por sus orillas será como meterte en una auténtica postal, un paisaje de colores tan intensos que llegan a parecer retocados.